Blog BosqueCultiva

17 de noviembre de 2025
Los desiertos verdes Hay paisajes que, a simple vista, parecen fértiles. Hileras perfectas de olivos que se pierden en el horizonte, como un ejército verde y ordenado. Pero basta detenerse un momento —bajar la vista, sentir el aire, tocar la tierra— para entender que algo falta. Bajo esos árboles, el suelo está desnudo. No hay insectos que zumban, ni hierbas que brotan, ni pájaros que buscan refugio. Solo una costra seca, agrietada, carente de vida, que respira cada vez con más dificultad. El paisaje olivarero del Mediterráneo, que durante siglos fue mosaico de vida, hoy se siente desierto. La intensificación trajo promesas de rendimiento y eficiencia: más árboles por hectárea, menos competencia, control absoluto de la hierba y las plagas. Pero ese control terminó volviéndose contra quien lo ejerce. No es sostenible.


